martes, 12 de agosto de 2008

PATETISMO Y ARTE (I).

Como muchas otras palabras, la palabra que hoy tratamos ha perdido su verdadero significado en su derivación vulgar. Lo interesante no es despreciar su sentido más extendido sino conocer su procedencia y aventurar alguna hipótesis sobre su uso espurio.

 

Según el DRAE, patético es aquello que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía, y esa es su única entrada. Sólo se me ocurre que, desde alguna posición ignorada, como crítica popular al romanticismo, o más concretamente al decadentismo-,   o, cerrando un poco más el círculo,  como crítica a la afectación de algunos, se termina usando la palabra como adjetivo para quien, según la definición que hemos leído,  parece acusar cierto romanticismo, cierto decadentismo o, meramente, afectación. He ahí posible causa.

 

Pero no. Cuando decimos “eres patético”, nos vale como insulto más o menos leve, según el tono y la ocasión. Y, en mi opinión, este uso es equivocado; no sirve y no justifica nada la equivalencia del párrafo anterior. Según el Diccionario ideoconstructivo de Ciencia del Lenguaje y Arte del Estilo de Martín Alonso (Aguilar) : patético vale por conmovedor, emocionante, emotivo, emocional, afectivo, dramático, impresionante, sensible, interior, hondo, apasionado. Por lo tanto, creo que ninguno de esos adjetivos puede tener, casi en ningún caso, un uso despectivo. Porque suponemos que quien es patético no es solo un afectado, ni llega a ser un histriónico, quiero decir que si alguien puede llegar a ser patético lo será de modo sincero y no para mostrar una imagen extraña y, por eso, atractiva, pero fácilmente desmontable.

 

Si no me equivoco, patético viene del pathos de los griegos, que tiene un uso, entre otros, que alude a la pasión o al dolor, y existe el correspondiente uso verbal. En ese sentido, podríamos admitir que al decir “eres patético” estamos diciendo que sufres, ergo, eres un desgraciado. Esta es la única salida que veo al asunto. Está claro que habría, al menos para los cristianos, algún argumento en contra de banalizar lo patético todavía, pues el cristianismo ensalza el sufrimiento (la Pasión—pathos, patético) del mismo hijo de Dios, y, por ende, valora el sufrimiento terrenal del individuo ...

 

 

 

No hay comentarios: